Del 11.04.24 hasta 23.05.24

EXPOSICIÓN / MAGMÁTICA PROGRESIVA. Clara Carvajal

Espacio 3.
Visitas: De lunes a viernes de 9 a 21h.
Inauguración: jueves 11 de abril a las 20:30h. 
Proyecto comisariado por Claudia Rodríguez-Ponga y Alexis Callado

Al final, el libro debe presentarse como una estratificación cronológica, un proceso formal vivo: donde una nueva idea no borra la anterior, sino que la corrige, o incluso la deja intacta, preservándola formalmente como documento del paso del pensamiento. Y como el libro será una mezcla de cosas hechas y cosas por hacer -de páginas acabadas y páginas en esbozo, o sólo intencionales- su topografía temporal será completa: tendrá tanto la forma magmática como la forma progresiva de la realidad (que no borra nada, que hace coexistir el pasado con el presente, etc.).

- Pier Paolo Pasolini

Este texto de Pasolini, extraído de su “Divina Mímesis”, fue sacado a colación por Clara Carvajal en el contexto de nuestras conversaciones sobre este proyecto, en el que se reúnen varias series que reiteran la dimensión geológica y biológica de significados y significantes. Cadenas de significados y significantes que no solo atraviesan culturas de ida y vuelta, sino que mutan a lo largo de su recorrido en el espacio y en el tiempo; y lo hacen porque no son solo cultura, sino también naturaleza. Cadenas que no son tales porque no son lineales, sino más bien estratigráficas. En ellas, al igual que en las imágenes dialécticas de Benjamin, la naturaleza no se presenta como “presente-y-viva” sino que “cita al mito en la historia más reciente como aquello-pasado-inmemorial: naturaleza como prehistoria” (Theodor Wiesengrund-Adorno).

En su célebre libro Mil mesetas, Gilles Deleuze y Félix Guattari reflexionan sobre como los procesos de estratificación se corresponden con los fenómenos producidos por "acumulaciones, coagulaciones, sedimentaciones y plegamientos" con capacidad para "aprisionar intensidades". Esto les permitió referirse a las transcodificaciones, intersecciones y encuentros que se producen durante esos procesos de creación de nuevas formas. En definitiva, lo que ocurre entre materias, cuerpos y tiempos.

El análisis de este espacio y forma magmática se expande como un reguero de pólvora a otros ámbitos de significación, lo que nos lleva a la consideración que articula este proyecto: la constatación de que estas cuestiones, referidas a la articulación de la materia, al modo de generar nuevos plegados y nexos, a la posibilidad de indagar en nuevos encuentros entre objetos materiales y tiempos históricos, constituyen un sugerente marco de reflexión para aproximarse a la práctica de Clara Carvajal. En este juego barroco todo significa; y todo, también, es susceptible de vaciarse de significado. Las imágenes, como decía Benjamin, son espectros que solo nosotros podemos volver a traer a la vida, y estas, asumiendo el vacío que las constituye, su “naturaleza fósil”, se abren a nuevos significados, se repolarizan y reúnen en nuevas/antiguas constelaciones.

Son estos los campos de fuerzas con los que Clara Carvajal trabaja, a golpe de gubia o de criptograma, abriendo y superponiendo diferentes escrituras y e imágenes hasta que las escrituras se convierten en imagen y las imágenes en escritura o hasta que, como emulando el movimiento de un taumatropo, el pasado queda atrapado en el presente como un pájaro en su jaula, o viceversa.